miércoles, 8 de septiembre de 2021

El ser humano como trascendente

 El ser humano como trascendente 

En primer lugar, el objeto de estudio es el ser humano, como sujeto de derechos y obligaciones, un ser que es capaz de trascender de su “animalidad” hacia un comportamiento bondadoso, constructor e integrador, gracias a su racionalidad y un conjunto de fenómenos internos del ser, en cuanto procesos conscientes o inconscientes con los que se caracteriza su vida interior como individuo, tales como percepción, aprendizaje, entendimiento, voluntad, memoria, sentimientos, afectividad, entre otros.  El ser humano tiene una inclinación natural de “dejar huellas”, legados y constituirse en ejemplo o testimonio de otros, en especial con sus hijos y seres próximos. Si bien no es un comportamiento corriente, trata al menos una vez en su vida (sin distingo de clase, etnia o circunstancias de vida).


Desde un punto de vista antropológico y social, el ser humano es la única criatura terrestre que puede también trascender ya que:

  • Festeja la unión de un hombre con una mujer, no sólo por la alegría de la nueva pareja, sino por el sentido de beneficio que esto tendrá para la comunidad en general.
  • Fomenta la fertilidad y la descendencia en su colectividad como una necesidad de crecimiento, fortaleza y defensa.
  • Promueve la cultura, el trabajo y el ocio, como mecanismos de honorabilidad o dignidad.
  • Procura ser respetuoso con sus ancianos, sus criterios y enseñanzas.
  • Protege de manera especial a sus mujeres y niños.
  • Forma y capacita a sus niños para el futuro.
  • Procura desde los primeros años, una moralidad y religiosidad particular según sus creencias.
  • Motiva a sus jóvenes, cuando en la pubertad está apto para insertarlo con mayores responsabilidades en su comunidad (la superación de la menarquía femenina y las pruebas de aptitud en los jóvenes).
  • Festeja el logro de los suyos.
  • Acoge a los desvalidos, a pesar de no ser de su comunidad.
  • Cuida de los suyos, ante lesiones, en la enfermedad o en el lecho de muerte.
  • Entierra a sus muertos o le hace un ritual funeral
  • Defiende a su comunidad ante extraños, aún sobre su propia vida.


Los trascendentales

En general, los grandes trascendentales antropológicos se fundamentan en temas como la vida, la intimidad, la inteligencia, la conciencia y la libertad, están abiertos y ordenados al ser y en presencia del sí-mismo, a la espiritualidad de ser. Más aún, su ser “humano” no se concreta como tal, si no es por el espíritu que le confiere esta abertura y recepción en su inmanencia del ser trascendente como dijese Walter Kasper (1985).

La clave es la aprehensión objetiva del ser-lo-que-es, de ser-activamente-en-el-mundo y de las cosas-que-le rodean. En otras palabras, del ejercicio digno y libre de su ser en el mundo, de la capacidad consciente de hacer o poder transformar-algo en beneficio personal y de los demás o, de perfeccionar sus actos en algún momento de su vida, no sólo de manera restitutiva o reconciliadora de su biografía. Este proceso del ser-ético se logra mediante la realización o conquista de bienes o valores éticos, de actitudes humanas, de conocimientos y creencias, como aprehensión del ser propio (conciencia), del ser de las cosas (inteligencia), a través de la libertad que le confiere su bien-ser, su bien-estar y bien-hacer.




Videos reflexivos 





No hay comentarios.:

Publicar un comentario

  Universidad Rafael Landivar Facultad de Teología PEM en filosofía Curso: Filosofía Cristiana    Padre Denis Hurtado      Portafoli...